A lo largo de los siglos pocos fenómenos naturales han inspirado tanto el pensamiento científico y la reflexión artística como las nubes.
Hace más de dos milenios, Aristóteles estudió las nubes y escribió un tratado en el que hablaba de su papel en el ciclo hidrológico. Pero fue Luke Howard, un meteorólogo aficionado que vivía en Inglaterra a principios del siglo XIX, quien elaboró la primera clasificación de las nubes.
A partir de los registros meteorológicos exhaustivos que llevó a cabo en la zona de Londres entre 1801 y 1841, Howard estableció tres géneros o categorías principales de nubes: cumulus, stratus y cirrus. Identificar, describir y poner nombre a las nubes siguen siendo primordiales para el estudio del tiempo y el clima.
Hoy en día los científicos han entendido que el papel de las nubes en el equilibrio energético, el clima y las condiciones meteorológicas de la Tierra es fundamental. Contribuyen al ciclo del agua y a todo el sistema climático. Entender las nubes es esencial para predecir las condiciones meteorológicas, modelizar los impactos del futuro cambio climático y predecir la disponibilidad de recursos hídricos.
Música, arte y poesía
El simbolismo evocador de las nubes ha inspirado a numerosos artistas de todo el mundo, en particular a poetas, músicos y fotógrafos. Por poner sólo un ejemplo, el primer nocturno para orquesta de Debussy, titulado Nuages (nubes), es una de las obras maestras del impresionismo musical. Los fotógrafos están especialmente fascinados por las nubes, entre ellos los que han contribuido de manera entusiasta al calendario de 2017 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ilustra el tema del Día Meteorológico Mundial de este año: “Entendiendo las nubes”.
Las nubes también constituyen el fundamento de los símbolos culturales y las formas de pensar. En China, las “nubes auspiciosas” representan el cielo y son sinónimo de buena suerte. En algunos idiomas la gente dice que alguien “tiene la cabeza en las nubes” para referirse a que está absorto en ideas o sueños fantásticos. En el mundo moderno ahora “la nube” se refiere a ese espacio amorfo que, en lugar de lluvia, contiene recursos de Internet y datos digitalizados.
El modo digital: un Atlas para la era de Internet
El Atlas Internacional de Nubes es la única referencia autorizada y exhaustiva para la identificación de las nubes. Su reputación entre los aficionados a las nubes es legendaria. El Atlas actual se publicó por primera vez a finales del siglo XIX. Contiene un manual detallado de normas y numerosas placas de fotografías de nubes y algunos otros fenómenos meteorológicos.
Tras la última revisión, que data de hace 30 años, se va a publicar ahora una edición íntegramente actualizada y revisada para el Día Meteorológico Mundial, el 23 de marzo de 2017.
Por primera vez, la edición de 2017 será principalmente un producto digital en línea. Encierra un tesoro de cientos de imágenes de nubes, entre ellas varias clasificaciones nuevas, tales como el volutus -una nube enrollada-, la estela, -un rastro de vapor que dejan en ocasiones los aviones-, y la asperitas -una nube undulatus-. Además, el Atlas contiene información importante sobre otros fenómenos meteorológicos como el arcoíris, los halos, los remolinos de nieve o el pedrisco.
Los avances de la ciencia, la tecnología y la fotografía llevaron a la OMM a emprender la ambiciosa e ingente tarea de revisar y actualizar el Atlas con imágenes aportadas por meteorólogos, observadores de nubes y fotógrafos.
El Atlas también constituye una herramienta de formación esencial para los profesionales que trabajan en empresas y servicios meteorológicos y en sectores como la aviación y el transporte marítimo.
Entender los fenómenos meteorológicos y climáticos para proteger la vida y la propiedad y ayudar a las comunidades a hacerse más resilientes es la misión principal de la OMM. Seguiremos ayudando a los gobiernos a suministrar los mejores servicios meteorológicos, climáticos, hidrológicos, marítimos y medioambientales posibles con vistas a proteger la vida y la propiedad y a apoyar la adopción de decisiones.