Si a esto se le añaden unos 30 satélites meteorológicos y 200 satélites de investigación, uno se puede hacer una idea del tamaño de la red mundial de observaciones geofísicas, en particular meteorológicas e hidrológicas. Una vez recopiladas las observaciones, se controla su calidad tomando como base las normas técnicas definidas por el Programa de Instrumentos y Métodos de Observación (PIMO) de la OMM y, posteriormente, se ponen gratuitamente a disposición de todos los países del mundo a través del Sistema de información de la OMM (SIO).
La OMM facilita el establecimiento, el mantenimiento y la continua expansión de esa red mundial, cuyas actividades se coordinan en el marco del Sistema Mundial de Observación (SMO), dependiente de la Vigilancia Meteorológica Mundial (VMM) de la OMM. Por su parte, el Sistema Mundial de Observación del Clima (SMOC) y el Sistema Mundial de Observación de los Océanos (SMOO), que copatrocina la OMM, contribuyen de manera importante a mejorar la recopilación de los datos necesarios para elaborar las predicciones climáticas y detectar el cambio climático.
El Sistema mundial integrado de sistemas de observación de la OMM (WIGOS) actúa como coordinador de esas redes y, a través del Sistema de información de la OMM (SIO), conecta todas las regiones para que puedan intercambiar, gestionar y procesar datos.