Enfoques comunitarios para la gestión de crecidas en Tailandia y la República Democrática Popular Lao

El proyecto de Enfoques comunitarios para la gestión de crecidas en Tailandia y la República Democrática Popular Lao ha desarrollado las capacidades de autoayuda en las comunidades propensas a las inundaciones en ambos países. El Programa asociado de gestión de crecidas, una iniciativa conjunta de la OMM y la Asociación Mundial para el Agua, ha trabajado junto con el Centro Asiático de Preparación para Desastres y otros socios nacionales durante los tres años del proyecto, desde junio de 2013 hasta marzo de 2016. Con financiación de la Agencia de los Estados Unidos de América para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de la OMM, el Programa ha llevado a cabo evaluaciones de riesgo de crecida y medidas de preparación, utilizando un enfoque participativo, en cuatro comunidades piloto propensas a sufrir crecidas fluviales y repentinas en Tailandia y la República Democrática Popular Lao. 

Su enfoque centrado en la comunidad tenía como objetivo reducir los impactos negativos de las crecidas a la vez que mejorar la preparación de la comunidad y la capacidad de recuperación frente a las mismas. El Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030), adoptado dos años después del lanzamiento del proyecto, destaca el importante papel de las comunidades en las actividades de gestión del riesgo de desastres. Por lo tanto, el proyecto complementa la gestión comunitaria de los riesgos de desastre en el Marco de Sendái, enlazando especialmente con las prioridades de acción 1, 3 y 4.

 

Importancia del proyecto

El riesgo de crecida ha sido una preocupación cada vez mayor en las comunidades de Tailandia y la República Democrática Popular Lao. Con cada situación de inundación, las capacidades comunitarias se han reducido y las inversiones en desarrollo —como casas, bienes tangibles, ganado, alimentos o seguridad— se han visto seriamente afectadas en un corto período de tiempo. Pero las comunidades no estaban participando activamente en la gestión del riesgo de crecida, sino que simplemente eran consideradas como beneficiarios.

El primer paso en el proyecto piloto fue familiarizar a estas comunidades con los conceptos de gestión de crecidas y desastres. Luego se involucraron en evaluaciones participativas de riesgos y medidas de preparación para las inundaciones. Esto ayudaría a emprender esas actividades de manera independiente en el futuro y también a colaborar con comunidades vecinas propensas a las inundaciones en el desarrollo de capacidades de manera similar. La idea era fomentar la apropiación de los proyectos comunitarios para que la sostenibilidad a largo plazo fuera más allá de la duración del proyecto. El proyecto también unió a las comunidades y a las organizaciones locales para trabajar de forma coordinada en el desarrollo de la capacidad de recuperación ante las crecidas.

Cuatro comunidades piloto de Tailandia y la República Democrática Popular Lao

Principales beneficios del proyecto

Evaluaciones participativas del riesgo. Demostraron ser un valioso medio para ayudar a las comunidades piloto y a las autoridades locales a desarrollar una comprensión de los factores de riesgo locales específicos en relación con distintas amenazas. De forma participativa, se involucró a grupos en cada comunidad para compartir sus ideas, reflexionar sobre sus necesidades e identificar y diseñar posibles soluciones que podrían minimizar el riesgo de crecidas y aumentar la preparación y la resiliencia. El proceso abarcó evaluaciones de peligros, vulnerabilidad y capacidad, y también se consideraron las percepciones de las personas sobre el riesgo desde dentro de la comunidad. Los resultados de la evaluación de riesgos se recopilaron y presentaron para cada comunidad en forma de perfiles de riesgo y mapas de amenazas, que las comunidades utilizaron más si cabe para identificar soluciones de reducción de riesgos de crecida.

Participación inclusiva de género. El proyecto ayudó a promover una participación más equitativa de hombres y mujeres en las actividades de reducción de riesgos de desastre y alentó a ambos grupos a comprender las perspectivas mutuas de la preparación y respuesta ante desastres. Las actividades del proyecto fomentaron la participación de mujeres, ancianos y personas con discapacidad, para su mayor inclusión en la planificación y gestión de las medidas de reducción de riesgos de desastre.

Formación de un Comité comunitario de gestión de crecidas y de un Comité de prevención y control de desastres en cada aldea. Estos comités desempeñaron un papel importante en el empoderamiento de los miembros de la comunidad, a través de su participación en los trabajos de planificación para la preparación ante desastres. Teniendo en cuenta sus habilidades, experiencia y áreas de interés, los miembros del comité fueron entrenados y asignados para trabajar en distintos equipos dedicados a alerta temprana, búsqueda y rescate, evacuación, seguridad, salud y socorro, lo que ayudó a asignar roles y responsabilidades a cada miembro del comité y los guio en la realización de tareas antes, durante y después de los episodios de crecida.

Valor de las soluciones no estructurales. Las soluciones no estructurales tuvieron gran importancia en el proyecto. Si tan solo algunas de estas medidas funcionaran durante los episodios de inundación grave, ya se reduciría el daño por crecida. Esto se debe a que las personas, por ejemplo, conocerían lugares más seguros, tendrían conciencia de las personas vulnerables, podrían brindar apoyo de búsqueda y rescate a otras personas, conocerían las rutas de acceso a los centros de evacuación y poseerían conocimientos sobre primeros auxilios. En contraste, las soluciones estructurales podrían ser destruidas en un episodio de crecida. Estas soluciones no estructurales tenían como objetivo fomentar una mejor comprensión de la gestión de las crecidas e invitar a la participación de la comunidad en el desarrollo de otras soluciones localizadas sin hacer uso de recursos adicionales ni de financiación.

Cambio de un enfoque reactivo a uno proactivo. La forma histórica de afrontar los desastres por crecida en la región ha sido responder una vez que ha ocurrido el evento, en lugar de ser proactivos antes de los episodios de crecida. Era importante cambiar la mentalidad y el modo tradicional de trabajar con los responsables externos. El enfoque proactivo de la comunidad se materializó durante los ejercicios de simulación realizados a lo largo de la temporada del monzón de 2015, cuando las comunidades del proyecto piloto respondieron proactivamente a los episodios de crecida.

 

Impactos del proyecto

En teoría, una comunidad que plantea sus propias ideas y programas de trabajo para abordar sus necesidades individuales tiene más posibilidades de encontrar soluciones a largo plazo. Con el conocimiento de la geología local, un contexto de riesgos y los recursos disponibles, las comunidades locales participaron desde el principio en los programas de gestión de crecidas. El apoyo recibido fue dirigido a desarrollar las capacidades y los vínculos que ayudan a superar la susceptibilidad a los desastres. De esta manera, los miembros de la comunidad a nivel individual se beneficiaron de las actividades del proyecto. Las historias sobre impactos que se recogen a continuación resaltan algunos de estos beneficios.

 

Evaluación posterior al proyecto 

El Programa asociado de gestión de crecidas y el Centro Asiático de Preparación para Desastres realizaron recientemente una evaluación posterior al proyecto en Tailandia y en la República Democrática Popular Lao. El objetivo era determinar los resultados y los impactos a largo plazo del proyecto 15 meses después de su finalización. Esto incluía la relevancia y el cumplimiento de los objetivos, la eficiencia y la efectividad de la gestión de los riesgos de crecida, los impactos y la sostenibilidad del proyecto. La metodología de evaluación utilizó un enfoque participativo que involucraba plenamente a los beneficiarios principales (los miembros de la comunidad) y a las entidades de apoyo (organizaciones locales, regionales y nacionales involucradas en el proyecto) con funciones importantes en forma de componentes centrales de las actividades del proyecto.

Ms Wilailak Haritworn

Hogares vulnerables marcados con cintas verdes. La señora Wilailak Haritworn tiene problemas físicos y es propietaria de una tienda de comestibles en la comunidad de Talad Kao. En la inundación de 2013 no recibió ningún aviso y tuvo que esperar a que otros la rescataran. Ahora, su casa está marcada como “casa vulnerable” gracias al proyecto y ella confía en que las casas marcadas como vulnerables por cintas verdes sean las primeras en recibir apoyo del equipo de búsqueda y rescate durante una situación de inundación. La cinta que marca los hogares vulnerables ofrece un beneficio adicional: los voluntarios de asistencia sanitaria del distrito los visitan regularmente para evaluar las condiciones de salud.

Ms Sukree Limchiw

Comunicación de alerta temprana a través de un sistema de anuncios públicos. La señora Sukree Limchiw es vendedora de carne de cerdo en la comunidad de Talad Kao y en el mercado local cercano desde hace más de 10 años. Ella usa una moto modificada para transportar y vender su carne. Durante el proyecto, ella y una amiga suya acordaron formar parte de un comité de relaciones públicas responsable de difundir, puerta a puerta, las alertas tempranas. La señora Limchiw sintió que su trabajo cotidiano ayudaría en la comunicación de las alertas tempranas porque conocía a la gente de la comunidad y las rutas de acceso a sus casas. Desde entonces, ella ha trasladado varios mensajes del comité del proyecto, llegando a toda la comunidad, y está orgullosa de realizar este trabajo ya que antes era difícil contactar con cada individuo de la comunidad para comunicar los avisos de crecida.

Mr Likhit Sakrasae

Coordinación y colaboración entre los departamentos hidrometeorológicos y las comunidades locales. El señor Likhit Sakrasae, empleado en la estación hidrometeorológica del distrito de Kabinburi, recoge las lecturas diarias de los pluviómetros y de los demás instrumentos de medición instalados en la estación meteorológica y en el río cercano. Acordó unirse a un grupo de mensajeros en red junto con otros miembros de los departamentos hidrometeorológicos del distrito y provinciales, de los sistemas de riego y agua, de la oficina provincial de prevención y mitigación de desastres, y del ayuntamiento, así como con miembros del proyecto de Talad Kao. El señor Sakrasae proporciona información diaria sobre la lluvia y las mediciones del nivel del agua en el río mediante mensajes en línea. De esta manera, la comunidad recibe información directamente, en lugar de a través del ayuntamiento. Él participa en las reuniones comunitarias de Talad Kao, donde ha desarrollado buenos contactos. El proyecto reunió a organizaciones y comunidades locales para desarrollar de manera proactiva la preparación frente a las amenazas de crecida fluvial.

Durante la visita de evaluación a las comunidades piloto se observó que han mejorado la sensibilización y la capacidad para ofrecer una mejor respuesta en situaciones de emergencia, en particular en la preparación de la comunidad frente a las crecidas y en las infraestructuras y servicios de alerta temprana. Sin embargo, la sostenibilidad del proyecto sigue siendo un desafío, ya que las comunidades no ejercitan con regularidad la capacitación y las habilidades proporcionadas a través del mismo. Desde 2016 no se han llevado a cabo ensayos o simulacros, ni las organizaciones locales se acercaron a las comunidades piloto para apoyar ejercicios de simulación. Ha habido una falta de participación y compromiso de las organizaciones locales con las comunidades del proyecto, ya que no se ha asignado presupuesto alguno para llevar a cabo el seguimiento y la evaluación posterior al proyecto de las actividades de preparación ante situaciones de crecida. Ni en Tailandia ni en la República Democrática Popular Lao se dispone de metodologías y conocimientos especializados para realizar con regularidad el seguimiento y la evaluación de las actividades del proyecto.

"El proyecto ha instalado circuitos cerrados de televisión (CCTV) en 12 puntos de toda la comunidad, que ayudan a nuestro comité de seguridad a vigilar la seguridad. También instalamos tres focos en áreas poco iluminadas para mejorar la sensación de seguridad de la población. Todavía hay algunas áreas que los CCTV no han podido cubrir. Movilizaremos fondos de los miembros de la comunidad o de otras fuentes para instalar más CCTV en esas áreas y así mejorar aún más la seguridad de la comunidad”.

Sra. Darunee Tharathippayakul, líder de la comunidad de Talad Kao (Tailandia).

Próximos pasos hacia la sostenibilidad a largo plazo 

Las comunidades piloto deberían utilizar sus activos estructurales y no estructurales para construir una resiliencia sostenible. También deberían contar de manera regular con el apoyo de reuniones formativas prácticas y con manuales, lo que ayudará a que mantengan actualizados los conocimientos y habilidades de preparación ante las crecidas. Habría que preparar y compartir con las comunidades un calendario promocional que contenga historias de éxito y fechas para realizar ejercicios de simulación y capacitación, enfatizando la importancia de estas actividades y recordando a las comunidades la necesidad de realizar simulacros periódicos.

Las comunidades también necesitan inversiones adicionales para integrar la reducción de los riesgos de desastre en prácticas, planes y políticas de desarrollo a niveles local, provincial y nacional, y para obtener mayores beneficios económicos de la inversión. Con el fin de seguir reduciendo los impactos de los futuros episodios de inundación se debe persistir activamente en adoptar medidas de prevención de crecidas tales como construir de manera planificada presas o embalses, planificar el uso de la tierra, evitar la construcción de casas cerca de los ríos mediante la zonificación según el peligro de inundación, proteger a prueba de inundaciones y aumentar la sensibilidad sobre las crecidas a través de la educación escolar. Otras comunidades propensas a sufrir crecidas deberían percibir a las comunidades piloto como un modelo a seguir para lograr resiliencia frente a las inundaciones, de modo que puedan desarrollar sus capacidades de manera similar.

 

El Programa asociado de gestión de crecidas

El Programa asociado de gestión de crecidas es una iniciativa conjunta de la OMM y la Asociación Mundial para el Agua que promueve el concepto de gestión integrada de crecidas como un nuevo enfoque para la gestión de las mismas. (http://www.floodmanagement.info/)

El Centro Asiático de Preparación para Desastres es una fundación independiente sin ánimo de lucro que actúa como punto focal internacional para la preparación frente a los desastres y su mitigación en las regiones de Asia y el Pacífico, con la visión de "comunidades más seguras y desarrollo sostenible mediante la reducción de los desastres”. (http://www.adpc.net)

 

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