Salud pública

Salud pública

La salud humana y el bienestar de las personas y las comunidades están estrechamente relacionados con las condiciones meteorológicas y climáticas. Por ello, a través de sus Miembros, la OMM pone servicios meteorológicos y climáticos a disposición del sector de la salud pública. Además, en 2014, la OMM se asoció con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para crear la singular Oficina Conjunta para el Clima y la Salud, que se encuentra ubicada en la sede de la OMM.

Las tendencias de la temperatura y la precipitación influyen en la estacionalidad y la distribución de las enfermedades infecciosas. Los fenómenos meteorológicos extremos amenazan las vidas, los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de las poblaciones vulnerables. Los ciclos climáticos e hidrológicos inciden en la seguridad alimentaria indispensable para la vida, así como en el agua potable y el saneamiento. La calidad del aire y las condiciones atmosféricas determinan la exposición humana a elementos peligrosos, como los contaminantes atmosféricos naturales y antropógenos y las radiaciones ultravioleta (UV), entre otras formas de radiación.

En respuesta a la creciente demanda de servicios meteorológicos y climáticos por parte de la comunidad sanitaria, la OMM ha reforzado su colaboración con la OMS a fin de acelerar el acceso a los servicios meteorológicos y climáticos y su aplicación en el sector de la salud pública. La información climática y meteorológica puede ayudar a los profesionales de la salud a entender la forma en que el tiempo y el clima inciden en los riesgos para la salud, los resultados en este ámbito, y el suministro de servicios sanitarios. El uso y la aplicación de estos conocimientos en relación con las herramientas de decisión y los servicios climáticos adaptados a la salud pueden ayudar al sector sanitario a prever los posibles problemas y a gestionar los riesgos para la salud. La colaboración entre el sector meteorológico y el de la salud pública brinda a las instancias decisorias (desde los líderes individuales hasta los nacionales) instrumentos esenciales para prever los riesgos elevados que se pueden producir y para planificar una preparación eficaz y estrategias de respuesta.

La Oficina Conjunta OMS/OMM para el Clima y la Salud, creada a mediados de 2014, proporciona a la OMM nuevos conocimientos técnicos en materia de salud pública y refuerza la colaboración de estos dos organismos y otros asociados del ámbito de la salud. Su función es dirigir la ejecución de las actividades del sector sanitario que se inscriben en el Marco Mundial para los Servicios Climáticos (MMSC) con el objetivo de acelerar el acceso a la información pertinente sobre el clima, el tiempo y el medio ambiente, y el uso de esta información por parte de dicho sector, de cara a la gestión de los riesgos para la salud. La Oficina Conjunta contribuye a:

• promover una asistencia estratégica en materia de políticas de servicios climáticos para la salud;
• fomentar el desarrollo y la ejecución de proyectos e iniciativas de investigación;
• fortalecer los servicios climáticos pertinentes para las asociaciones en pro de la salud; y
• crear capacidad mediante actividades de sensibilización, divulgación y orientación técnica.

Peligros climáticos que inciden en la salud

La variabilidad del clima y el cambio climático provocado por el hombre tienen importantes consecuencias para la salud, dado que pueden alterar la distribución geográfica y temporal de las enfermedades, agravar los fenómenos meteorológicos extremos, plantear problemas para los sistemas e infraestructuras de salud mundiales y fragilizar los servicios ecosistémicos que son vitales para la salud humana. El cambio climático afecta a los principales factores sociales y ambientales de la salud, como el aire limpio, el agua potable, la seguridad alimentaria y la vivienda necesaria. Algunas de las mayores cargas de enfermedad son provocadas por enfermedades infecciosas que son sensibles al clima: el paludismo es responsable de la muerte de casi 1 millón de personas al año; la desnutrición se cobra la vida de 3,5 millones; y la diarrea mata a 2,2 millones. A ello hay que añadir las cerca de 60 000 personas que mueren anualmente como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos

A continuación se señalan los peligros climáticos que inciden en la salud.

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