Obituario: Kofi Annan (1938-2018)
- Author(s):
- Michel Jarraud, Secretary-General Emeritus, WMO

Fue una conmoción enterarse del inesperado fallecimiento de Kofi Annan. Tuve el privilegio de conocerlo y aprender de él durante más de 20 años.
Kofi Annan era la mejor personificación de un verdadero estadista, siempre considerando la situación desde un punto de vista global. Su perspectiva se extendía lo más lejos posible en el futuro y con una notable capacidad para vincular problemas complejos en campos muy diferentes. Aunque hay innumerables muestras de esta habilidad, siempre recordaré su decisivo papel en el desarrollo y adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), sin los cuales hubiera sido imposible alcanzar el consenso universal sobre la Agenda para el Desarrollo Sostenible y algunos de los ODM asociados unos años más tarde. Era un auténtico partidario del multilateralismo.
Su personalidad era excepcional. A pesar de alcanzar los niveles más altos de responsabilidad posible, se mantuvo fiel a sí mismo, sin dar muestra de arrogancia y con una increíble humildad. Tenía una manera única de hacer que las personas que se relacionaban o trabajaban con él se sintieran especiales. Siempre, él hacía las preguntas más provocadoras. Al pensar en él, muchas palabras vienen a la mente: visión, sabiduría, valor, elegancia, compasión... Cuando me he enfrentado a una situación difícil, con frecuencia he reflexionado y me he preguntado a mí mismo: ¿qué habría hecho él en semejante situación?
Desde la perspectiva de la Organización Meteorológica Mundial, me vienen a la mente tantas cosas que no es posible rendir homenaje a todas ellas. Recuerdo en particular la primera reunión de la Junta de los Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas (la JJE; en aquel momento, Comité Consultivo de Coordinación o CCC), que la OMM organizó en el nuevo edificio (aún sin terminar) de su sede en abril de 1999, cuando él se refirió a la OMM como “la auténtica trabajadora en red”. De igual forma la OMM también estará siempre agradecida por el extraordinario apoyo que proporcionó a la lucha contra el cambio climático y a la reducción de riesgos de desastres naturales en particular. Su respaldo personal fue decisivo para la Tercera Conferencia Mundial sobre el Clima organizada por la OMM en Ginebra (Suiza) en 2009. En aquella ocasión, hizo hincapié en que “la misión de la OMM era ahora más importante que lo que hubiesen podido imaginar sus fundadores hace 60 años, cuando se creó la Organización.”. La Conferencia condujo al desarrollo del Marco Mundial para los Servicios Climáticos (MMSC), que él respaldó activamente. También la OMM tuvo el privilegio de beneficiarse de su asesoramiento y apoyo en otras áreas críticas. Por ejemplo, cuando la Organización se comprometió a fortalecer su enfoque sobre cuestiones administrativas y éticas. También deberíamos estar muy agradecidos con Kofi Annan por la atención que prestó a los problemas del agua, en particular, al papel crítico que desempeñó en la creación de ONU-Agua, uno de los mecanismos de coordinación más eficaces en el sistema de las Naciones Unidas. Hace apenas unos meses, se dirigió al Consejo Ejecutivo de la OMM con convincentes palabras que destacaban el importante papel de la OMM en el campo de la hidrología.
Tuve el privilegio de asistir, con diferentes funciones, a reuniones de la JJE (o el CCC) bajo tres secretarios generales de las Naciones Unidas. Kofi Annan era único en la forma en que escuchaba todos los puntos de vista, aceptaba opiniones diferentes y dirigía de forma tranquila pero firme. Fue muy respetado por todos sus colegas de la JJE como el “primus inter pares” (el primero entre iguales). Siempre le apasionó que el sistema de las Naciones Unidas demostrara que podría marcar la pauta y contribuir a hacer del mundo un lugar mejor. Nunca se desanimó ante los numerosos obstáculos encontrados. Era, en muchos aspectos, la voz de los que no la tienen y puso incansablemente su poder al servicio de los indefensos.
Nosotros en la OMM hemos perdido a un verdadero amigo. Lo extrañaremos mucho pero, al mismo tiempo, continuará inspirándonos.
¡Gracias, Kofi!
Michel Jarraud
Secretario General Emérito
Organización Meteorológica Mundial