Silver Lining on the ocean

El Niño / La Niña

El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural recurrente que influye notablemente en las pautas climáticas de diversas partes del mundo. Se caracteriza por la fluctuación de las temperaturas oceánicas en el Pacífico ecuatorial y por la aparición de cambios en las condiciones atmosféricas.

Tercer "episodio triple" de La Niña
En 50 años solo se han dado 3 años consecutivos con un episodio de La Niña en 3 ocasiones: 1973-1976, 1998-2001 y 2020-2023.
2024
El año más cálido registrado fruto del cambio climático a largo plazo, el episodio de El Niño de 2023/2024 y otros factores.
Entre 32 000 y 96 000 millones
Estimación de las pérdidas económicas mundiales debidas a los efectos del episodio de El Niño de 1997/1998.
Anomalía de +2,0 °C en la TSM (nov. 2023-ene. 2024)
Una de las cinco mayores medias trimestrales de la TSM en la región Niño 3.4 (anomalía de +2,6 °C con El Niño de 2015/2016).
Anomalía de −2,0 °C en la TSM (nov. 1973-ene. 1974)
Mayor anomalía negativa en la media trimestral de la TSM en la región Niño 3.4 durante el evento de La Niña de 1973/1974.

Vista general

El fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) comprende, por un lado, un componente oceánico (El Niño y La Niña) y, por otro, un componente atmosférico (la Oscilación del Sur). Aunque el ENOS es un único fenómeno climático, presenta tres fases diferenciadas: condiciones características de El Niño, condiciones características de La Niña y condiciones neutras.

El Niño es un término que fue empleado por primera vez hace siglos por pescadores del Perú y el Ecuador para referirse a las aguas inusualmente cálidas que, justo antes de Navidad, causaban una reducción de sus capturas. La Niña es el fenómeno opuesto a El Niño. Se caracteriza por generar un enfriamiento a gran escala de la superficie del océano en la misma región y por dar lugar a unas condiciones atmosféricas opuestas a las observadas durante El Niño.

El monitoreo de las condiciones del ENOS y las perspectivas de su evolución se basan principalmente en las anomalías observadas en la temperatura de la superficie del mar, esto es, valores calculados respecto a un período de referencia de 30 años que superan umbrales predefinidos en cuatro regiones geográficas del Pacífico ecuatorial. Las anomalías positivas de la temperatura de la superficie del mar, esto es, aquellas que superan un determinado umbral, suelen indicar la presencia de un episodio de El Niño (fase cálida del ENOS) que conduce a un debilitamiento de los vientos del este. Por su parte, las anomalías negativas están asociadas a La Niña (fase fría del ENOS) y a una intensificación de los vientos del este. Durante la fase neutra del ENOS, las temperaturas de la superficie del mar del Pacífico tropical suelen ser cercanas a la media.

El Niño y La Niña suelen desarrollarse en la primavera-verano del hemisferio norte y alcanzan su apogeo en invierno. El paso de la fase cálida del ENOS (El Niño) a las condiciones neutras o a la fase fría de este fenómeno (La Niña) se produce, de media, cada tres a cinco años, aunque ese lapso también puede ampliarse hasta un abanico de entre dos y siete años. Un episodio de El Niño puede durar hasta 18 meses, y uno de La Niña, hasta tres años. El último episodio plurianual de La Niña comenzó en septiembre de 2020 y se prolongó hasta principios de 2023: el primer "episodio triple" de La Niña del siglo XXI.

Impacto

El Niño y La Niña pueden tener amplias repercusiones en las pautas climáticas y meteorológicas, y conllevar cambios en la temperatura y las precipitaciones en diversas partes del mundo, por lo que son el principal motor de la variabilidad climática en escalas de tiempo interanuales. Los avances científicos nos han permitido comprender mejor el fenómeno ENOS y generar mejores modelos de su evolución, y gracias a ello hemos podido elaborar predicciones más certeras con antelaciones de uno a seis meses, lo que ayuda a la sociedad a prepararse para los peligros asociados a ese fenómeno, como lluvias fuertes, crecidas y sequías. Esas predicciones pueden evitar pérdidas por valor de cientos de millones de dólares.

Nunca hay dos episodios de El Niño/La Niña iguales. Los efectos de cada episodio varían en función de su intensidad y duración, así como de la época del año en que se desarrolla y de la interacción con otros modos de variabilidad climática. No todas las regiones del mundo se ven afectadas, e incluso dentro de una misma región, los impactos pueden ser diferentes.

En muchos lugares, especialmente en los trópicos, La Niña produce en el clima efectos opuestos a los de El Niño (véanse los efectos habituales de El Niño y de La Niña en la distribución de las precipitaciones). Durante la fase neutra del fenómeno ENOS son más bien otros factores climáticos los que rigen las condiciones atmosféricas.

Los episodios de El Niño pueden conllevar, como efecto general, un aumento de la temperatura media en superficie a escala mundial, mientras que los episodios de La Niña tienden a generar un efecto de enfriamiento. Así, el intenso episodio de El Niño de 1997/1998 fue seguido por un largo episodio de La Niña, que empezó hacia mediados de 1998, ejerció un claro efecto en las temperaturas mundiales y terminó a principios de 2001. En aquel momento, 1998 fue el segundo año más cálido jamás registrado.

Todavía no hay pruebas concluyentes de los efectos del cambio climático en la frecuencia y la intensidad de los episodios de El Niño y La Niña. Sin embargo, es probable que el cambio climático influya en los efectos debidos a El Niño y La Niña en cuanto a intensidad y frecuencia de los eventos meteorológicos y climáticos extremos.

Respuesta de la OMM

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) publica trimestralmente El Niño/La Niña Hoy, un boletín fruto de la colaboración entre la OMM y el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI) elaborado a partir de las contribuciones de los principales centros de todo el mundo que se ocupan del monitoreo y la predicción de este fenómeno y de las interpretaciones coincidentes de los expertos de la OMM y el IRI. En estos boletines se presentan las observaciones que permiten monitorear la situación imperante en el Pacífico ecuatorial y las perspectivas consensuadas para la próxima temporada. La Organización también publica boletines periódicos sobre el clima estacional mundial, en los que se tienen en cuenta las influencias de los demás condicionantes climáticos importantes, como la oscilación del Atlántico Norte, la oscilación del Ártico y el dipolo del océano Índico. El Centro Principal de Predicción Estacional mediante Conjuntos Multimodelos de la OMM elabora estos boletines utilizando los pronósticos de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones Estacionales de la OMM.

La información de los boletines El Niño/La Niña Hoy y de los boletines sobre el clima estacional mundial ayuda a gobiernos, asociados de las Naciones Unidas —incluido el Equipo de Tareas Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Reducción de Desastres—, organizaciones humanitarias, instancias decisorias y partes interesadas de sectores sensibles al clima a adoptar medidas de preparación y proteger vidas y medios de subsistencia.

Boletines El Niño/La Niña Hoy
El boletín El Niño/La Niña Hoy de la OMM se publica aproximadamente cada tres meses gracias a la colaboración entre la OMM y el IRI, y constituye una contribución a la labor del Equipo de Tareas Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Reducción de Desastres.

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